La despedida de Polux.

No se si se acuerden del cuento de Polux, el loro que tuve durante 5 días, el cual apareció de una manera repentina en una de mis ventanas de mi casa. Esa historia aparece mejor relatada en una de mis entradas, la segunda si no me equivoco.

Resulta que uno de estos días el loro comenzó a hacer ruidos de todo tipo, y a gritar como loco. Al parecer el animal estaba tan bien entrenado que respondía al llamado lejano de sus dueños (unas de mis vecinas). Las señoras empezaron a buscar de inmediato el lugar de donde provenían estos ruidos, y finalmente llegaron a mi casa.

Dudé en abrirles, pero mi instinto me dijo que debía hacerlo, pero para no pasar un mal gusto decidí que fuera mi mamá quien abriera la puerta. Las señoras andaban tristemente alteradas, y preguntaron si el loro se encontraba en la casa. Mi madre no tuvo otra opción que ir a buscar el animal, el cual se puso como loco al escuchar a sus antiguos dueños cerca. Y sí, esta gente se llevó a Polux.

Sinceramente pensé en maldecir a las señoras por haberse llevado al loro, pero luego pensé un poco más en fresco, y me di cuenta que Polux o Chipi (como lo llamaban ellas), estaría mejor allí con sus verdaderas dueñas, pues en mi casa hay un gato y varios perros, y este no podría estar suelto por ahí como estaba acostumbrado a hacer con las señoras, pues por riesgo a que se lo comieran.

Lo único que verdaderamente considero decepcionante es el nombre que tiene, pues Polux es un nombre de hombre respetable, y hasta suena futurista y sacado de una serie de Sci-Fi, y a mi parecer Chipi no. Lo lamento por mi compañero de clases Luis Alejandro, que por ser chiquito le decimos Chipi, pero realmente eso es lo que pienso de ese sobrenombre. No se que opinen ustedes, pero a mi me parece hasta desagradable ese nombre, pero allá ellas con su gusto endemoniado o mejor dicho afeminado XD.

Un saludo. Hasta la próxima entrada.